La rutina del silencio (del Diario del Amargue)

Sus ojos amanecieron hablando,
contando historias nunca antes salidas
de su boca.
Historias tristes de cobardía y silencio,
historias de cuánto tiempo y sí, sí siempre sí,
aunque no lo creas, aunque no lo diga, siempre sí.

Sus ojos son un retrovisor salado,
una historia en tanybol,
un beso haciendo yuca...
siempre sí,
todavía sí.

Sus ojos cuentan una historia múltiple.
Sus ojos son un aspirador de aliento y cercanía.
Sus ojos se lo llevan,
lo archivan
y viven en replay.

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